Entre la periferia instruida de Sus
muslos,
derramaré la desazón expuesta en mi
piel de nácar.
Vertiendo mi deseo sobre Usted,
hasta ser holística con Su placer.
Uno solo.
Extenderé mi ansias por Sus entrañas
para que me folle enredada entre los
restos
de este naufragio de huesos,
erguida y castigada contra la
frialdad de la pared,
estremecida por Sus susurros en mi
oído,
divulgando jadeos entumecidos en el
borde de las sienes,
al tiempo que se corre entre mis piernas.
Cada noche me vaciaré de sexo,
esperándole detrás de la cara oculta
de la luna,
ayunando lujuria y obscenidades,
preservándome para Usted.
Y seré su Aphrodyta de tiempos
griegos,
su Venus romana en el Olimpo del
pecado.
Penétreme con la literatura que posee
Su miembro
e inclúyame en Su perversión de
escándalo.
Descongele con el calor de Su boca
este vicio sin amparo,
helado a base de desilusiones.
Comprenda que, aún siendo Diosa, lo
necesito
más allá del roce de las manos.
Empápeme de humanidad, de
generosidad,
de ternura.
Vuélvame mujer de carne y hueso.
Y yo me haré piel para Sus manos,
labios para Su boca,
oídos para Su palabra,
verbo para Su lengua,
y poesía para Su pluma.
HACIA TIEMPO QUE NO PUBLICABAS...
ResponderEliminarY NOS TRAES UNOS PRECIOSOS VERSOS,,, CARGADOS DE MUCHA SENSUALIDAD.
UN BESAZO ANKARA NON!!!
Sí, he estado algo apartada del "mundanal ruido", jejeje. Un placer siempre regresar...
ResponderEliminarGracias por sus palabras, LORD SHADOW, invariablemente puntuales.
¡Un saludo! :)