jueves, 3 de octubre de 2013

Aphrodyta.




Entre la periferia instruida de Sus muslos,
derramaré la desazón expuesta en mi piel de nácar.
Vertiendo mi deseo sobre Usted,
hasta ser holística con Su placer.
Uno solo.

Extenderé mi ansias por Sus entrañas
para que me folle enredada entre los restos
de este naufragio de huesos,
erguida y castigada contra la frialdad de la pared,
estremecida por Sus susurros en mi oído,
divulgando jadeos entumecidos en el borde de las sienes,
al tiempo que se corre entre mis piernas.

Cada noche me vaciaré de sexo,
esperándole detrás de la cara oculta de la luna,
ayunando lujuria y obscenidades,
preservándome para Usted.
Y seré su Aphrodyta de tiempos griegos,
su Venus romana en el Olimpo del pecado.

Penétreme con la literatura que posee Su miembro
e inclúyame en Su perversión de escándalo.
Descongele con el calor de Su boca este vicio sin amparo,
helado a base de desilusiones.  

Comprenda que, aún siendo Diosa, lo necesito
más allá del roce de las manos.
Empápeme de humanidad, de generosidad,
de ternura.
Vuélvame mujer de carne y hueso.

Y yo me haré piel para Sus manos,
labios para Su boca,
oídos para Su palabra,
verbo para Su lengua,
y poesía para Su pluma.   

2 comentarios:

  1. HACIA TIEMPO QUE NO PUBLICABAS...
    Y NOS TRAES UNOS PRECIOSOS VERSOS,,, CARGADOS DE MUCHA SENSUALIDAD.
    UN BESAZO ANKARA NON!!!

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  2. Sí, he estado algo apartada del "mundanal ruido", jejeje. Un placer siempre regresar...
    Gracias por sus palabras, LORD SHADOW, invariablemente puntuales.
    ¡Un saludo! :)

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